21 septiembre 2012

El hombre de Textura


Observo cómo afilas
tu navaja. Un cuchillo de luz
cruza tu pecho. En él nacen,
como campanillas blancas, ladridos de mar.
Quemo el borde de la botella
mientras unas turistas se paran
y sacan sus cámaras.

Cuando lleguen a casa no podrán verte.

Vienen más turistas, con sus cámaras,
con sus flashes, con sus prisas,
se acercan, se agachan, se alejan,
tratan de coger perspectiva.

Pero para qué.

Nunca han deseado
saltar el cordón de terciopelo rojo y
de rodillas, con la nariz a milímetros,
repasar cada surco, con las yemas,
con la palma, hasta grabar la orografía
sobre la piel.

No saben qué es un hombre textura,
sólo entienden de tipos trama.

Me levanto y abandono la plaza,
con el sonido del hierro
persiguiéndome.