25 abril 2012

Green grass (II)


Observo la noche en el perfil de tu muñeca.
Tu muñeca devorada por el reflejo rojizo
de las llamas. Me gustaría decirte
que no estoy aquí y que todo va bien.
He hecho un ramillete de lobos
para que te aúllen en la escalera de la madrugada.
Cuando quieras volver, ya sabes. No descolgaré
el teléfono. Las ruedas de la bicicleta apoyadas
en el bordillo de la acera oscilan. A pesar
de que ya no queda viento. Lo agotamos en la caseta
de escopetas de aire comprimido. Si me coges
por la cintura, si me sujetas la nuca. Si me apremias
los labios, si me vuelcas el vaso de aire.
Si lo hubieras hecho. Así. Sin esperar a Abril,
sin recordar marzos. Sin mancharme el cuello
de otros colores que nada tienen que ver conmigo.
Si todo eso.