02 marzo 2012

La cuenta atrás

Cuando esté triste y construya un océano en el cuarto
dirá que está perdida, que no puede,
que apenas un resquicio de lo que fue
la consume por dentro.
Dirá que ha de conocer todos los peligros,
que es el tiempo de volver a huir, que nunca dejó el camino,
que quiere probar todas las drogas, acariciar todas las pieles,
sentir el desbarajuste de la hora sobre su cuerpo,
caer rendida, caer tendida.
Escavar en sus cicatrices, encontrar,
entender el mecanismo del tendido eléctrico
que conforma un cuerpo humano y llorar. Y buscar.
Dirá que necesita que pasen cosas, sin saber cuáles exactamente,
que siempre se rodea de personas que hacen que algo ocurra.
Que nunca se apartó del camino. Que nunca ha sabido permanecer.
Que hasta otra. Quizás vuelva. Cuando aprenda a ocurrir cosas.