31 marzo 2012

Construcción

Me abrocho la camisa. De arriba abajo.
Odio las camisas –pienso. No basta con doblarlas bien
para eliminar las arrugas. Odio planchar –pienso.
Me miro en el espejo. De frente. Fijamente.
Odio los espejos –pienso. Yo no soy esa.
Me recuerdan la forma en la que me uno
a todo lo que me rodea. Yo no soy esa.
He aprendido a construir una pared entre yo
y lo que me hace daño. Pero sé que esa no es la solución.
Es provisional. Un pájaro me picotea el estómago.
Cuando la pared ya no funcione. En eso pienso.
                   -Trazo alambrada.-
           En eso y en ti. Chico sin rostro.