07 junio 2010

La ciudad

La ciudad se funde en gris, en humo disuelto en cielo, en orgasmos que se confunden con el mar. La ciudad se transforma, trae nuevas formas, se lleva las antiguas, recuerdos intocables en las mentes invencibles. La ciudad lapida a la palabra, da vida a los rumores, confunde la mentira, transforma la verdad en toxicidad. La ciudad fluye, se cobija en nuestros pasos, besa nuestras mentes, nos susurra al tacto, nos mira con vehemencia, nos moldea a su antojo y semejanza, nos alimenta de hormigón y soledades plastificadas, con conservantes y colorantes, acidificantes y demás patraña química, convierte la sangre en lágrimas, y las lágrimas en sangre, y nosotros extasiados ante el milagro vomitamos el insulto, la infidelidad, el beso difunto.