23 noviembre 2009

Se busca una mujer-Charles Bukowski

Era de nuevo el hogar. Era magnífico. Me acurruqué sobre mi estómago. En Vietnam los ejércitos estaban en ello. En los callejones los vagabundos chupaban botellas de vino. El sol estaba alto todavía. La luz pasaba a través de las cortinas. Vi a una araña arrastrándoes por el borde de la ventana. Vi un viejo periódico en el suelo. Había una foto de tres jovencitas saltando una valla, mmostrando mucha pierna. El lugar entero se parecía a mí y olía como yo. El papel de la pared me conocía. Era perfecto. Yo era cosnciente de mis pies, mis codos y mi pelo. No me sentía un viejo de 45 años. Me sentía como un condenado monje qu acaba de tener una revelación. Sentí como si estuviese enamorada de algo que era muy bueno pero no estaba seguro de lo que era, sólo sabía que estaba llí. Escuché todos los sonidos, los sonidos de las motos y de los choches. Oí perros ladrando. Gente riéndose. Entonces me dormí. Dormí y dormí y dormí. Mientras, una planta miraba por la ventana, mientras una planta me miraba. El sol seguía brillando y la araña se arrastraba por las paredes.