17 abril 2012

El tiempo está después


Trato de explicarme. Ando a vueltas siempre
con el mismo tirano. Una llama azul me incendia,
me consume por dentro. Aún no he encontrado forma
de acallar su crepitar ¿Serás tú? En ese momento me alejo,
aturdida.  Veo la lluvia caer y comprendo su método  para el otro.
Adelanto la mano para frenar la violencia del momento
que me muestra que puedo permanecer bajo el aguacero
sentir frío, castañeo de dientes, tiritar de la piel, y seguir así
sin empaparme, hasta el fin del este. Por eso me atosigo. Y toso.
Y lloro. Y me doblo sobre mí. Me clavo mil puñales. Y al final,
en el piso de frío o en la colcha de mañana o en la esquina del tiempo
me pregunto si será siempre igual.