25 noviembre 2011

En mi calle

El pasar de las tardes
es agujero en la piel
a modo de naufragio
o de beso ausente.

Allá abajo,
mi padre alquila almas
y mi hermano juega
a apedrear
lunas de alambre.

Y la gente pasea despacio,
intentando escapar de la vida
sin atreverse a prescindir
por completo de ella.