22 septiembre 2011

Conjugaciones

La historia es simple. El día yacía encapotado desde las ventanas. Puede que el cielo también. Unos pasos resonaban. Pero eso era ya dentro de cualquier casa. Y en la cancha, el asfalto se deslizaba, agrietado y sediento. Y lenta la maleza. Abriéndose paso. Y un viento extraño. Un viento extraño, como de geranios y tormenta. Un viento extraño. Decía y anunciaba: aullidos de perro y lloros de párvulo. Y al final. Al final de todo. Todo, que es la cancha que nos acontece, ésto: una jaula oxidada. Y alguien dirá pues qué tontería. Ya ves tú. Una jaula oxidada. Ya, claro, pero dónde está el pájaro. ¡Qué elemento extraño! Una jaula sin pájaro ¿Una jaula sin pájaro tiene nombre? ¿O se convierte en maleza que avanza lenta? ¿O se transforma en tierra que vientre incierto y ya nadie recuerda?